No puedes besar al tiempo,
tampoco congelar el fuego...
Solo corres y escapas de tu verdad...
La negación de tu sombra es fiel reflejo de tu perturbación
Mientras cae la guillotina de Zion,
y las armas van blandiendo su interminable lucha,
y tu corazón se vuelve una tempestad...
y tu corazón se vuelve una tempestad...
Nada volverá a ser igual.
Ojos mojados por sobre las ventanas del horizonte,
y ese olor a chanel que adormece el ego,
mientras el prado se envuelve en tonos oscuros,
tu pelo se transforma en una enredadera imposible de atravesar.
Solo se que mi camino llega hasta este punto,
y es turno de que el sol guie tu ruta,
por mi parte volveré a las sombras,
mismas que fueron complices en tu viaje.
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