La lluvia se posa sobre mis hombros y cabello,
es un día frio y cruel...
donde el tiempo se transforma en una eternidad,
donde simplemente quiero desaparecer del mundo...
Vuelvo a mi mundo sagrado,
donde el aroma del café y cigarro son pan de cada día...
Redescubro una armonia sincera.
Redescubro la tranquilidad de mi soledad.
Cierro las cortinas de mi pieza,
destapo las mantas que cubren mi cama,
vuelvo a mi burbuja perfecta,
donde no debe ocurrir nada si no es necesario...
Pero aún estas en mi mente,
aún en la mas absoluta oscuridad...
allí se dibujan tus ojos, tu sonrisa, tu boca...
Allí se dibuja aquello que se esta transformando en mi obsesión.
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