...Todos corrian en diferentes direcciones,
todos con prisa, olvidando la voluntad de la naturaleza.
Les obserbaba, tranquilamente, mientras continuaba mi marcha,
Tranquilamente, mientras el cielo lloraba.
Continuaba mi dia,
uno gris, pero con el corazón siempre ardiendo,
sin pensar más que en el moemento...
Un absoluto Carpe Diem que recorriera mis huesos.
Continué, calido como siempre...
aún cuando un manto blanco cubria mis pies,
y me senti dueño de mi niñez una vez más,
y así me explaye ante el mundo.
Reir, correr, gritar, abrazar a mis amigos...
un solo momento, un instante lejos del tiempo,
mientras un poco de rock sonaba en mi cerebro,
redescubri mi alma inocente.
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