Nuevamente el sol brilla en el horizonte,
y me quedo anonadado viendo tu silueta a contra luz,
mis brazos se extienden para llegar a ti,
en el momento en que el tiempo se detiene en su totalidad.
Besos, abrazos... cuerpos desnudos,
instantes en que no sabemos desde cuando ocurre esto,
tan solo entendemos la importancia del silencio,
mientras entendemos sin mirar, la complicidad de los movimientos.
Te amo y no me canso de decirlo,
eres quien llego para quedarse...
reina en mi mundo perdido, solitario...
un camino que simplemente esperaba tu llegada.
Mientras te sueño despierto,
mi corazón late más y más fuerte...
Mientras te anhelo en tu ausencia,
tu calor llega en forma de luz a mi vida...
Tu pequeña, desafiante,
culpable de mi felicidad,
quiero que te quedes a mi lado,
y no volver a soltarte jamás...
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