Pies descalzos sobre el frio asfalto,
ropa que urgetea tu piel como serpientes danzando,
todo está muy callado...
nada está a salvo...
Miramos nuestras manos congeladas,
amoratadas por los golpes dados contra el suelo...
un agujero en el alma que carcome los huesos,
es abierto nuestro pecho para extirparnos el corazón.
Nadie quiere sentir dolor...
pero todos desean compartir amor,
¿como hacerlo luego de desistir en la batalla?
Sin dar antes, jamás se puede recibir...
No pierdas las esperanzas de nuestros ancestros...
el mundo ideal esta a nuestra espera,
trabaja por tus sueños,
pero jamás regreses a la espera...
El momento es aqui y ahora.
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