Hoy despierto boca arriba sobre mi cama,
mañana sé que lo haré boca abajo...
el frio se ha vuelto rutinario,
y mi mente solo está funcionando como calendario.
Algo inquieta al centauro...
pues sigue viendo el techo vacio, sin brillo...
como el naufrago que se sienta a contemplar su vida...
la diferencia... el primero no encuentra salida...
De pronto, las puertas se cierran de golpe...
los parpados pesan,
el pelaje se torna opaco,
y los músculos dejan de responder...
Una tormenta gris se desata en la nebulosa del arquero,
hay veces en que se debe dejar de pensar en lo que se siente,
otras, que se debe pensar en lo que se quiere...
Él simplemente quiere dejar de pensar y de sentir por unos momentos...